3 de noviembre, fecha inolvidable para el pueblo granadino:
El 3 de noviembre se conmemoró un aniversario más de uno de los hechos más oscuros y dolorosos que haya vivido Granada.
El 3 de noviembre del año 2000 hacia las horas del mediodía, los paramilitares ingresaron al casco urbano del municipio por diferentes sectores y en su recorrido asesinaron a 19 personas.
Debido al temor y la zozobra que había en la población, los cuerpos permanecieron en las calles hasta alrededor de las 5:00 p.m, cuando la comunidad acompañó al inspector de policía a hacer el levantamiento.
El salón parroquial acogió a las víctimas y sus familias previo al sepelio colectivo del 4 de noviembre, momento a partir del cual, los granadinos empezaron a abandonar el pueblo.
Entre las víctimas se encontraban seis personas mayores de 60 años, dos menores de edad, dos madres de familia y algunos agricultores del municipio. Según testigos de la masacre, en su retirada el grupo paramilitar asesinó a más campesinos que no fueron tenidos en cuenta dentro de la masacre por las autoridades, por lo que no hay total certeza sobre el número total de víctimas.
A partir de los diferentes sucesos de violencia que vivió la localidad, la comunidad empezó a desarrollar ejercicios de resistencia y hoy 21 años después, Granada es un referente a nivel regional y nacional por su apuesta, El Bloque Metro reconoció su responsabilidad en la masacre. En un comunicado los ‘paras’ les dijeron a los habitantes de Granada que no debían desplazarse porque ya habían identificado sus objetivos. Para ese entonces, Carlos Mauricio García alias ‘Doble Cero’ era el jefe al mando de este grupo paramilitar. García fue asesinado en mayo de 2004 por otros jefes paramilitares.
La guerra dejó en Granada más de tres mil víctimas. Cerca de 30 masacres hicieron que de un total de 22 mil habitantes que tenía el municipio, solo quedaran cuatro mil para el 2004, todo por causa del terror y el desplazamiento. Por estos hechos se realizó el Salón del Nunca Más, dado que lo único que quieren las víctimas valorar la vida, la dignidad humana y que estos hechos no se vuelvan a repetir.
Justo un mes después, el 6 de diciembre del 2000, Granada fue, como lo expresa un artículo de La Urbe, “escenario de uno de los más grandes despropósitos en nuestra guerra”. Las Farc detonaron un carrobomba con 400 kilos de dinamita en el centro del casco urbano destrozando el comando de policía, 110 casas y 55 locales, y dejando 22 personas muertas y 25 heridas.
La no repetición es el llamado que todos los ciudadanos hacen, Granada es un municipio emblemático de la guerra y de la paz. Fue escenario de una cruenta guerra por el control de un territorio estratégico para la expansión militar; asimismo, el despliegue militar que acompañó la política de Seguridad Democrática bajo la consigna de recuperar para el Estado la soberanía sobre un territorio que había estado durante décadas bajo el poder hegemónico de las guerrillas. Gracias a estas dinámicas Granada fue un territorio, casi literalmente, devastado por la guerra. Sin embargo, ¡no expiró! y no lo hizo gracias a la capacidad de su gente y sus instituciones quienes después de sortear la guerra debieron emprender rápidamente un proceso de reconstrucción física y social que hoy tiene como eje el reconocimiento de las víctimas y la memoria colectiva. Lo que convierte a Granada en un caso emblemático acerca de las dinámicas de la guerra y, al mismo tiempo, de resistencia y dignidad.