EDITORIAL DE DOMINGO: NARIÑO MARCHA CONTRA LA EXTORSIÓN

Compartir en redes sociales:

Para hoy a las diez de la mañana está convocada la MARCHA CONTRA LA EXTORSIÓN en Nariño, Antioquia. Una MARCHA convocada por la Sociedad Civil cansada de la amenaza y la intimidación de los grupos paramafiosos, encabezados por alias «Camilo» y sus compinches, pero también otros que han aprovechado el rio revuelto y que, a través de mensajes de texto, han convertido la extorsión en un negocio multimillonario en un pueblo que sufrió el conflicto con miles de víctimas y que, al parecer, vuelve a vivirlo frente al silencio cómplice de quienes los gobiernan, con su Alcalde «fantasma» a la cabeza, o de quienes fueron parte del gobierno, sin hacer nada para parar el crimen en el momento que era muy fácil hacerlo desde la institucionalidad, en cambio dejaron crecer este monstruo, y hoy, pretenden recibir el favor popular para gobernar el municipio.

Y hablo concretamente, como siempre lo hago de frente, de quien fuera Secretaria de Gobierno y hoy candidata de la continuidad, Erika Cardona, que no solo negó por años la presencia de grupos delincuenciales en su municipio, sino que nos llamó mentirosos cuando hicimos público el horror y el dolor que vivían las comunidades de varias veredas de Nariño.

También es necesario decir que ese silencio, responsable directo de lo que vive hoy Nariño, fue guardado por años por los periodistas nacidos allí, algunos con ínfulas de importantes y con muchas supuestas conexiones, pero que nunca se pronunciaron frente a la tragedia que vivían sus coterráneos abandonándolos a su suerte.

Hemos dicho, y lo repetiremos siempre, que esos grupos paramafiosos no hubieran adquirido el poder que tienen sin la colaboración activa, o el silencio cómplice, de algunas autoridades civiles y militares asentadas allí. Basta recordar la aparición de un panfleto amenazante aparecido en pleno Consejo de Seguridad, en la Alcaldía Municipal, con un Teniente Coronel y el mismo Alcalde presentes, dejando a la institucionalidad en ridículo.

También hay que recordar que, con un solo mensaje de texto, sin hacer un tiro, cerraron todo el pueblo todo un fin de semana, hasta la iglesia cerró sus puertas.

Y en ridículo continúa, porque la MARCHA CONTRA LA EXTORSIÓN es una demostración de que la institucionalidad y su fuerza pública han sido ineficaces en darle cumplimiento a su deber constitucional de preservar la seguridad de los habitantes de Nariño.

Aun aumentando la recompensa por información que dé con la captura de alias «Camilo», que anunciaron con «bombos y platillos» después del último Consejo Interdepartamental de Seguridad, Dos Divisiones Militares, dos Departamentos de Policía, la Fiscalía General y los Servicios de Inteligencia no dan con su paradero. Mientras tanto los campesinos los ven frecuentemente, muy cerca al casco urbano de Nariño, en «francachelas y comilonas».

Al Estado le quedó grande controlar la situación de Orden Público y garantizar los derechos a la vida y la seguridad de un pequeño municipio llamado Nariño en Antioquia.

Aunque por supuesto, es necesario resaltar la persistencia del Mayor Yamid Bonilla, encargado del Gaula Militar y su afán por hacer visible una Fuerza Publica cercana a la comunidad y sus necesidades. Esperemos que tenga resultados pronto para devolverle la credibilidad a la población en las instituciones.

Un miedo solo es vulnerable, pero todos los miedos juntos son una enorme fortaleza.

Por eso nos alegra que la Sociedad Civil de Nariño genere, como lo hizo hace algo más de dos décadas contra los desmanes de las FARC, un hecho político que le envié un mensaje claro a los delincuentes que hicieron de la extorsión un negocio y a sus cómplices.

Lo que ha tenido que soportar Nariño es una muestra del país que no podemos aceptar. De esa Colombia cruel, con una clase dirigente que no aporta. Que es extraccioncita, que mira lo que puede ganar y nunca lo que puede aportar.

NARIÑO SE CANSÓ DE SER VÍCTIMA, DE LA DELINCUENCIA Y DEL SILENCIO COMPLICE. NO QUIERE MÁS VIOLENCIA EN SU TERRITORIO. 

 

 

 

 

Compartir en redes sociales: