EDITORIAL: OBRAS POR IMPUESTOS, UNA ALTERNATIVA PARA CERRAR LA BRECHA SOCIAL EN EL TERRITORIO
Esta semana fue presentada a los nuevos alcaldes de los municipios ZOMAC- Zonas más Afectadas por el Conflicto Armado- que en el Oriente Antioqueño son 12; Abejorral, Argelia, Alejandría, Cocorná, Concepción, Granada, Nariño, Sonsón, San Francisco, San Luis, San Carlos y San Rafael, la propuesta contenida en la Ley desde 2016 y que la Corporación Empresarial quiere implementar, en una bolsa común, para que los empresarios que hacen parte de la CEO realicen OBRAS POR IMPUESTOS y ayuden a cerrar la brecha de inequidad que existe en el Territorio.
Lo primero que tengo que afirmar, exponiéndome a las críticas de los actores más radicales de la Región, es que es una muy buena actitud de los empresarios que pongan en una bolsa común una parte de sus obligaciones tributarias, hasta el 50% que les permite la Ley, para ejecutar obras fundamentales para los municipios con más problemas sociales del Territorio.
Desde el lanzamiento de la iniciativa, 75 compañías se han vinculado por medio de 100 proyectos para beneficiar a 138 municipios, con una inversión global que asciende a $677.317 millones.
Dicho esto, también es necesario afirmar que no es un acto de filantropía el que están haciendo los empresarios del Oriente Antioqueño. Es una herramienta legal que después de ocho años de vigencia, apenas, se va a implementar en el Oriente Antioqueño.
La posibilidad de construir el nuevo colegio en San Francisco. Colegio que, tengo que decirlo con toda claridad, se está cayendo a pedazos por que el Alcalde de la época y los contratistas se robaron la plata e hicieron unas columnas falsas que veinte años después ya no soportan la construcción y hoy es un peligro que puede ocasionar un desastre en cualquier momento a cientos de estudiantes. Hacer un Centro Infantil, que parece será la primera obra que se realizará, para los niños y niñas de San Luis y retribuirles la ausencia de un Estado indolente que permitió que sus padres y madres fueran víctimas de un conflicto absurdo. Levantar la planta administrativa del Hospital de Nariño que tiene grietas de una cuarta de anchas y cuyas paredes se mueven cada que una persona sube las escaleras a la gerencia, entre otras obras necesarias para las comunidades de los municipios más afectados por el conflicto armado, pueden ser hoy una realidad con la implementación de OBRAS POR IMPUESTOS a través de la bolsa común, inicialmente de unos veinte mil millones, que ejecutará la CEO.
Lo otro que debo expresar, es que me gusta mucho la concertación que se viene haciendo por parte de la CEO con los alcaldes de los municipios ZOMAC para que los proyectos que se prioricen no sean las obras que necesitan las empresas para aumentar sus, ya jugosas, ganancias, sino las que requieren las comunidades para mejorar sus condiciones de vida y poder así cerrar las brechas de inequidad y de posibilidades existentes entre el centro y la periferia del Oriente Antioqueño.
Por supuesto que es necesario hacer una veeduría permanente a la ejecución de esos proyectos, que vuelvo a decirlo con toda claridad, no se harán con recursos privados sino con el 50% de los impuestos a la renta que deben pagar los empresarios al país pero que por un mecanismo legal se pueden ejecutar como OBRAS POR IMPUESTOS en los municipios ZOMAC del Oriente Antioqueño. Veeduría que también puede ser legal para acompañar esos desarrollos y garantizar que cumplan los objetivos de la Ley.
No vaya a ser que se repita lo del II Laboratorio de Paz con el que se generó una enorme expectativa en la Región pero que no dejo ninguna capacidad instalada para las comunidades, muy a pesar de los 17 millones de euros «invertidos», o más reciente, también con recursos de Cooperación Internacional, 5 millones de euros, de la Comunidad Económica Europea ejecutado por Rionegro en la pasada administración, pero solicitada para varios municipios y que fue gastada en una costosa burocracia con muy pobres resultados reales para las comunidades.
Hasta ahora son un puñado de empresarios, fundamentalmente los que se agremian en la CEO, los que participan de esta bolsa común y no todos los que se asientan en el Territorio y aprovechan sus recursos naturales, sus condiciones territoriales o su mano de obra. Esperemos que muchos más se vayan sumando para aumentar las posibilidades de inversión.
También es necesario advertir que se deben surtir diferentes requisitos con el Gobierno Nacional y diferentes dependencias para poder lograr la ejecución de las obras. Para ello la Región y sus diferentes actores deben mantener una juntanza de conversa permanente a nivel departamental y nacional que facilite y agilice esos trámites.
Estas inversiones podrán destinarse no solo a salud pública, infraestructura de transporte, educación, sistemas de agua potable y saneamiento básico, y proyectos de energía, sino también en bienes públicos rurales, adaptación al cambio climático y gestión del riesgo, hacer pagos por servicios ambientales, infraestructura productiva, cultural y deportiva y fortalecer tecnologías de la información.
Algo está cambiando en el Oriente Antioqueño y esta iniciativa de los empresarios, a través de la CEO, es una demostración.
Aplaudimos a la CEO por esta iniciativa, pero estaremos muy pendientes de las ejecutorias de esta bolsa común con los impuestos de los empresarios para que no sea una frustración más para las comunidades más pobres y vulnerables del Territorio.