EDITORIAL: SE VENDEN VIRGENES
Hace diez años realicé una investigación periodística que demostró cómo las estructuras criminales del Valle de Aburrá instrumentalizaban a mujeres muy jóvenes, la mayoría de los casos, menores de edad, habitantes de barrios populares, y las vendían en paquetes turísticos a extranjeros que pagaban millones de pesos por un fin de semana de «comilona y francachela», en fincas acondicionadas especialmente y con barra libre de licores y drogas y, por supuesto, como cereza del pastel, una niña virgen.
Esa investigación casi me cuesta la vida. La Flip, Periodistas Sin Fronteras y muchos medios nacionales e internacionales lo reseñaron así: «El lunes 10 de noviembre (del 2014), una fuente que previamente había colaborado en sus investigaciones, le pidió que se reunieran para suministrarle nueva información. Después de seguir las indicaciones, el periodista se encontró con la persona en un centro comercial del barrio Pérez, en el Municipio de Bello y tomaron un taxi hasta el apartamento de la informante, ubicado en el barrio La Meseta. Adentro del domicilio, tres hombres encapuchados, que se habían escondido en el baño y portaban armas automáticas con silenciadores, lo asaltaron y lo golpearon repetidamente. Los hombres lo mantuvieron secuestrado durante dos horas».
Documenté cómo muchos taxistas esperaban en la sala de espera de los vuelos internacionales con carteles, en los que escribían los apellidos de los turistas, para llevarlos a disfrutar de su «paquete turístico».
Entrevisté a resignadas mamás que, ocultando sus rostros y distorsionando sus voces, dieron testimonio de la manera como ellas y sus hijas eran abordadas e intimidadas para que cumplieran con las exigencias de los clientes.
Recuerdo mucho el testimonio de una señora en el Barrio Pérez de Bello que me dijo: «Fui desplazada de Urabá, llegué al Barrio Popular de donde también me desplazaron, ahora no me voy a desplazar de nuevo por lo que de todas maneras le va a pasar a mi hija».
Por desgracia, ese negocio les genera rentas millonarias a los grupos armados ilegales que son utilizadas para comprar armas y extender sus actividades ilícitas.
La semana pasada, la Personería Municipal de Rionegro y la Personería Distrital de Medellín, en alianza con los gerentes de los aeropuertos José María Córdova y Olaya Herrera de cada ciudad respectivamente, se reunieron para la firma de un acuerdo que promoverá el turismo responsable para garantizar la protección de los derechos, además de una comunicación constante, campañas de sensibilización y estrategias que incluyan a las agencias de turismo. Conscientes de las realidades que se presentan en la ciudad de Medellín que tienen incidencia directa en el municipio de Rionegro, planteamos este trabajo articulado y en cooperación con el sector privado.
Es claro que la malvada práctica se ha trasladado al Oriente Antioqueño. Tenemos conocimiento de que se está dando en varios municipios de la Zona de Embalses y del Altiplano.
Va una década desde mi investigación y, al parecer, nada ha cambiado. Por el contrario, esta perversa práctica ha migrado a otras regiones como el Oriente Antioqueño.
El impacto de este acuerdo de voluntades firmado por las personerías de Medellín y Rionegro y los gerentes de los aeropuertos será muy importante sí, y sólo sí, logra juntar a la institucionalidad para judicializar a quienes están ofreciendo estos «paquetes turísticos» y a los extranjeros que los compran.