EN ESTACIÓN DE POLICÍA DE LA CEJA SE VIOLAN LOS DERECHOS HUMANOS
El «estado de cosas inconstitucional», que manifestó la Corte Constitucional al referirse a la situación de las personas privadas de la libertad, es en el Municipio de La Ceja una verdad que sufren a diario quienes amontonados padecen la privación de su libertad en la Estación de Policía de este Municipio.
Los testimonios de privados de la libertad, unos veinte, y de sus familias son absolutamente lamentables. El hacinamiento es el «pan de cada día». Duermen en el suelo, apilonados casi que uno encima de otro, en un pequeño salón no apto para tener personas privadas de la libertad.
«Aquí no hay visita para ninguno. En un año que llevo aquí me han autorizado una visita de dos horas», dice una de las personas privadas de
la libertad que, para que no haya represalias, solicita mantener su identidad bajo reserva periodística.
Y continua: «Aquí nos enfermamos y no dejan traer una pastilla a este lugar. No sacan a ninguno a urgencias, no sacan a ninguno al hospital. En este momento tenemos un compañero que prácticamente se está muriendo y no dejan que los bomberos lo saquen, no dejan entrar medicamentos para darle. La orden del comandante es que no dejen entrar ni una pastilla y que el que se murió, se murió».
Según varios familiares muchos de los privados de la libertad que se encuentran en la Estación de Policía no tienen acompañamiento jurídico por lo que, incluso habiendo cumplido los términos, aún se encuentran bajo rejas.
Los familiares y los presos solicitan de manera inmediata la presencia de la Personería Municipal y la Procuraduría General de la Nación para que conozcan su situación y se garanticen sus derechos fundamentales.
«Cada rato llegan los policías nos insultan y nos dan garrote». Termina este testimonio con el cual los privados de la libertad quieren hacer una alerta sobre su situación y el «estado de cosas inconstitucional» que viven en la Estación de Policía de La Ceja.
La Procuraduría General de la Nación ha enviado varias directivas a los Entes Territoriales para exhortar, a los mandatarios locales, de la urgente necesidad de: «A los entes territoriales para que, por medio de mecanismos asociativos, avancen en la construcción de establecimientos de reclusión de orden territorial dedicados a la privación de la libertad de personas en calidad de sindicados».
Las Estaciones de Policía no pueden ser Centros de Reclusión permanente por carecer de los elementos mínimos para garantizar la dignidad de los privados de la libertad.
Pero si sumamos el irrespeto que algunos Agentes del Estado tienen por las personas privadas de la libertad, como lo denuncian los presos y sus familias en la Estación de La Ceja, la situación se hace mucho más complicada para quienes cometieron un error, pero quieren resocializarse.
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