EDITORIAL DEL DOMINGO: EPM NO ESTA AHÍ

Es francamente inaceptable para el Oriente Antioqueño y los municipios del Area de Influencia de la generación de energía del Territorio, pero también de las otras regiones de Antioquia, la manera injusta e inequitativa como son tratados por parte de la «empresa modelo del país en la prestación de los servicios públicos y orgullo de los antioqueños en la generación de energía eléctrica».
El ejercicio de Catastro Multipropósíto que acaba de realizar el Municipio de El Peñol ha dejado absolutamente claro que por más de treinta años EPM evadió el pago de sus responsabilidades tributarias con el municipio en, por lo menos, mil predios. Dineros con los cuales el municipio hubiese podido apalancar proyectos fundamentales para el bienestar de las comunidades en las últimas tres décadas.
El pírrico impuesto predial que recibe el municipio que inundo su historia para darle paso a jugoso negocio de EPM es de solo $319 millones por año , por un poco más de cien predios de los mil ciento setenta que realmente tiene en El Peñol, y por transferencias obligatorias por generación $4.009, en el 2022.
Todas las comparaciones son odiosas, pero esta que haré es mucho más odiosa que todas porque constata la aberrante injusticia y la enorme inequidad que entraña el negocio de generación en general, y el de EPM en particular. Medellín que no inunda un solo centímetro de su territorio para generar un solo kilovatio de energía. Que no vivió el conflicto, ni los problemas sociales, con cientos de muertos y miles de desplazados por culpa de los megaproyectos, recibió $ 1.850.715.481.051. Leyeron bien: Un billón, ochocientos cincuenta mil millones de pesos.
Comparemos las cifras $ 1.850.715.481.051 que recibió Medellín en el 2022, frente a $ 4.319.009 que recibió El Peñol en el mismo periodo teniendo inundado más del 50% de su territorio.
Pero ahí no termina la desgraciada relación con la «empresa modelo del país en la prestación de los servicios públicos y orgullo de los antioqueños en la generación de energía». Los proyectos de compensación social, desde hace diez años y argumentando que los alcaldes hacían política con ellos, fueron tercerizados. Se le quito su ejecución a los municipios. Ejecución, por demás, que brindaban empleo local e impactaba en el cumplimiento de las metas de los Planes de Desarrollo Local.
Contratación Social, Fortalecimiento Institucional, proyectos productivos y educación, cultura, recreación y deportes, fueron direccionados, por los tecnócratas sociales de EPM hacia ONG´s y entidades privadas que, no solo crearon la «danza de los chalecos» dilapidando los recursos en contrataciones onerosas de profesionales foráneos a los municipios, caídos en paracaídas sin historia, ni contexto, sino que se perdió la interlocución directa entre la empresa, las comunidades y sus administraciones.
Hace un poco más de un año y después de una larga campaña por la dignidad del Territorio el Gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, accedió a reunirse con los alcaldes, y alcaldesas, de la zona de influencia del negocio de generación en el Oriente Antioqueño. Bueno para ser estricto con la verdad, se reunió con todos los mandatarios, y mandatarias, de los municipios afectados por los proyectos de generación y les devolvió, con «bombos y platillos», y comunicado de prensa a todos los medios regionales y nacionales, el proyecto de educación, cultura, recreación y deportes. Es decir, a cada municipio se le dio una partida de cerca a los cuatrocientos millones de pesos, que hasta ese momento era ejecutada por una institución ajena a los municipios.
Los mandatarios, y mandatarias, salieron felices de la reunión y con un triunfo en sus manos, pero además con el compromiso del Gerente Carrillo de sentarse nuevamente, en un corto tiempo, para evaluar conjuntamente, como debe ser cuando se trata de socios de un negocio y no lacayos de una empresa, los demás proyectos.
Eso se quedó en promesa de político en campaña electoral, como está sucediendo y sucederá este año que veremos abrazos y estrechada de manos a granel antes de las elecciones de octubre. Porque al Gerente Carrillo, una vez salieron los burgomaestres de su despacho, después de las fotos y el comunicado de prensa, se le olvido que son los municipios que inundan sus territorios, lo que han sufrido los problemas sociales y han puesto los muertos y desplazados, los que permiten que EPM sea tan importante en la generación de energía en Colombia y el mundo.
Pero como si fuera poco y, sin evaluar los impactos reales en las comunidades con las administraciones municipales, los tecnócratas sociales de EPM decidieron, unilateralmente como lo han hecho siempre porque se consideran la verdad social revelada, extender la tercerización del proyecto de fortalecimiento que no fortalece a los municipios, ni a sus comunidades, sino a un operador privado. Valga recordar que es en el Oriente Antioqueño en la única Región donde este proyecto esta tercerizado. Eso mismo está sucediendo con el proyecto productivo.
Se jactan los tecnócratas sociales de EPM diciendo que la empresa transfirió a los municipios del área de influencia del negocio de generación de energía en el 2022 la suma de 85 mil millones. Un pelo de un gato, las migajas que caen de la mesa, de las ganancias reales que reciben cada año por la inundación de municipios como El Peñol, pero que además direccionan, esos tecnócratas sociales, en qué se ejecutan y quién los ejecuta.
Dije que el argumento fundamental para que se iniciara la tercerización hace diez años fue que los alcaldes estaban haciendo política con los proyectos de compensación. La vida es irónica y le da en la cara a quién escupe para arriba porque dos personas claves, funcionarios con puestos de dirección y salarios altísimos, en las entidades que han tercerizado los recursos en el Oriente Antioqueño ahora son candidatos y, uno de ellos, ha sido el más férreo opositor al ejercicio de catastro multipropósito que aumentaría los tributos de EPM en, por lo menos, dos mil millones de pesos más por año. La otra candidata, nunca ha hecho referencia a la inequidad en la relación municipios-EPM.
Que sean candidatos está bien. Pero que lo hayan hecho por años devengando salarios de la compensación social tercerizada de los municipios en los que aspiran a las alcaldías si es muy cuestionable.
EMP NO ESTA AHÍ, y mientras no recomponga su relación con los municipios de influencia y con las regiones que generan energía no será un socio sino un usurpador de los territorios.