GRAVE INFORME SOBRE SITUACIÓN DE LA AUTOPISTA: ALERTA TEMPRANA URGENTE

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«El Talud estaba altamente saturado por  aguas subterráneas debido a fuentes de recarga regionales a través de rocas fracturadas de alta permeabilidad», una de las conclusiones de un informe técnico elaborado en el 2016, por la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, Sede Medellín, a propósito del derrumbe en el Km 12+400 que dejo 16 muertos, que además afirma: «No hubo medidas de drenajes eficaces por desconocimiento de las condiciones hidrogeológicas del área».

Así de grave, y de contundente, es el informe que fue contratado por CORANTIOQUIA y que lleva 6 años engavetado, muy a pesar de las repercusiones que tiene para las miles de personas que utilizan la Autopista Medellín-Bogotá, y para los habitantes del Sector El Cabuyal del Municipio de Copacabana.

INFORME FINAL ( Aquí el informe completo de la Universidad Nacional)

En Otras palabras, según un experto consultado por Oriéntese: «existen bolsas de agua de inmensas magnitudes en la cresta de la montaña, que pueden generar un desastre sin precedentes y de incalculable magnitud en cualquier momento» y concluyó que: Es como si llenáramos una caja de cartón de agua , esa agua va a deshacer la caja y se va a salir en cualquier momento. Eso mismo es lo que esta pasando en ese sector».

Lo sucedido en octubre del 2016 no ha sido lo único que ha pasado en ese sector; «en diciembre de ese mismo año, en el Sector Peñolcito, kilometro 14, se vino un derrumbe de mayores proporciones que el de El Cabuyal, que afortunadamente no causo victimas mortales porque la Autopista estaba cerrada, pero que ahora ese terreno vuelve a estar agrietado y hay varias viviendas afectadas», dice la señora Cristina Restrepo Chaverra, habitante del sector.

Diana Betancur, madre de un joven muerto en el desastre de octubre del 2016 y una, de las 16 personas, que demando a Corantioquia, la Mina, Devimed, la Gobernación y el Estado plantea que «Esa fue una tragedia anunciada, mi hijo me había dicho antes del desastre que escucho hablar sobre aguas subterráneas, a los ingenieros de la mina donde laboraba, por lo menos tres meses antes de que ocurriera el derrumbe».

Un abogado experto consultado por Oriéntese manifestó, con toda claridad, que: «El informe de la Universidad Nacional muestra un grave problema de laderas que detona alarmas que es necesario de manera urgente asumir por parte de la Autoridad Ambiental y el concesionario de la vía, quienes tienen que realizar inmediatamente acciones de mitigación que aminore una posible tragedia».

Hoy que preventivamente, por decisión de Corantioquia, no existe ninguna labor extractiva en la zona, ni ninguna labor minera, nos preguntamos que impacto tiene sobre la montaña y las bolsas de agua, descritas en el estudio de la Universidad, la vibración causada por el paso de los tractocamiones cargados por toneladas y toneladas de insumos industriales que pasan por miles cada día?.

Existe preocupación en la comunidad por lo que esta pasando en la Vereda Peñolcito, parte alta, donde ya se pueden ver nuevos movimientos de tierra y afloramientos de agua.

La responsabilidad de Control Social, que tenemos los Medios de Comunicación, nos obliga a prevenir un desastre que puede tener una profunda afectación a la vida de muchas personas. Es por ello que estaremos atentos a esta situación, desde este Medio de Comunicación, y sobre todo a lo que hagan las diferentes instituciones, públicas y privadas, para prevenir UNA TRAGEDIA ANUNCIADA, muy a pesar de las amenazas, que ya empezamos a recibir, de una de las entidades involucradas.

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