JEP PIDE RESPUESTAS POR ADVERTENCIAS DE LA ONU SOBRE FALSOS POSITIVOS EN EL ORIENTE ANTIOQUEÑO EN GOBIERNO URIBE

Members of the Mothers of False Positives (Mafapo) civil organization take part in a protest outside the court in Bogota on August 25, 2021. - Thousands of extrajudicial executions known as "false positives" were carried out in the biggest scandal of the Colombian military forces in their struggle of more than half a century against rebel groups. (Photo by Juan BARRETO / AFP) (Photo by JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)

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La Sala de Reconocimiento de la Justicia Especial para la Paz-JEP pidió respuestas sobre las acciones tomadas frente a las diferentes advertencias que realizo la Oficina de Naciones Unidas sobre «Falsos Positivos» en la jurisdicción de la IV Brigada entre el 2004 y el 2007, muchos de ellos ocurridos en el Oriente Antioqueño.

“es necesario que se indique quién recibió estas comunicaciones al interior de la entidad, qué acciones se llevaron a cabo (comunicaciones a otras entidades, solicitud de reuniones, etc), los documentos que fueron enviados a otras entidades solicitando información para dar respuesta a estas comunicaciones, a quién fueron dirigidas estas comunicaciones, e indicar si se obtuvo respuesta por parte de estos”, Dice la misiva enviada por la JEP al Ministerio de Relaciones Exteriores en busca de respuesta a, por lo menos, doce cartas enviadas al Vicepresidente Santos poniéndolo al tanto de esa alarmante situación.

Para recordar estos lamentables hechos sucedidos en Antioquia, hace apenas una semana que el Centro Nacional de Memoria Histórica presento el libro «Haciendo la Paz aunque nos Cueste la Vida» que relata como un grupo paramilitar incursionó en la Finca la Galleta, de Montebello, y se llevó a la fuerza a Uberney Giraldo y Evelio Gallo, quienes aparecieron en el Carmen de Viboral y fueron presentados como guerrilleros caídos en combate. Horas después fueron desaparecidos sus cuerpos de la morgue municipal y hasta hoy no se han podido encontrar sus restos.

En estos momentos se avanza en la identificación de, por lo menos, ciento cincuenta restos por parte de la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas que se encuentran en el Cementerio de Rionegro.

El mismo Coronel Julio Alberto Novoa Ruiz reconoció, el año pasado su responsabilidad ante la JEP, cuando afirmó que: “Reconozco que con mi conducta contribuí al surgimiento y a la consolidación del fenómeno macrocriminal de asesinatos y desapariciones forzadas cometidos por miembros de la Cuarta Brigada durante el 2002 y 2003 en el Oriente Antioqueño, al mentir sobre la producción de bajas (muertos) pertenecientes a las Farc; al replicar la política de facto implementada por Mario Montoya Uribe, presionando, instigando e induciendo a los miembros del [batallón] BAJE para que reportaran bajas a toda costa y ordenando a los distintos niveles de la cadena de mando que no se debían reportar capturas ni retenciones; al disponer sin ningún tipo de control ni verificación el uso de guías que hacían las veces de informantes en el terreno e identificaban supuestos miembros y colaboradores de las Farc; al ordenar el ocultamiento de cuerpos y al ordenar, implícita y explícitamente, el asesinato de algunas personas retenidas”.

En el Oriente Antioqueño se han documentado un poco más de 300 Falsos Positivos cometidos en el Gobierno de Álvaro Uribe.

Lo grave de esta nueva indagación de la Sala de Reconocimiento es que Naciones Unidas había alertado al Gobierno Colombiano sobre estos execrables hechos y, al parecer, no se hizo nada.

 

 

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