EDITORIAL: LA OTRA VERDAD 20 AÑOS DESPUÉS DEL ASESINATO DE GUILLERMO GAVIRIA Y GILBERTO ECHEVERRI

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Hace 20 años el país se estremeció con la noticia de la muerte del Gobernador Guillermo Gaviria y su Asesor de Paz Gilberto Echeverri, además de ocho militares que se encontraban en cautiverio, en el Atrato Medio, en manos de las FARC.

La verdad que hasta hoy se nos ha contado y que, al parecer, el país ha aceptado, es que en un rescate militar que salió mal, guerrilleros de las FARC asesinaron, a quema ropa, al Gobernador y al Asesor de Paz el 5 de mayo del 2003.

Yo estuve presente en la Marcha de la No Violencia, el 21 de abril del 2002, cuando una escuadra al mando del «paisa» del Frente 34 de las FARC nos los arrebato a 4 kilómetros de Caicedo, justo al cruzar el Puente del Vaho.

Yo anduve por varios municipios del Atrato Medio, con Monseñor Guillermo Vega Bustamante, para recibir pruebas de sobrevivencia y explorar caminos humanitarios, autorizados por la Gobernación de Antioquia y con conocimiento de la Presidencia de la República, y su Alto Comisionado para la Paz, que permitieran el regreso de Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri a la libertad.

Yo fui testigo del Acta firmada en Murindó, entre Felipe Palau, delegado del Gobernador y por las FARC, Benkos Biohó, con la que la Gobernación de Antioquia y las FARC, iniciaban unos diálogos humanitarios que, eventualmente, permitieran una salida humanitaria al cautiverio de Guillermo y de Gilberto.

Y yo recibí, con él Periodista Javier Arbolada, en ese momento parte del equipo de Paz y Derechos Humanos de El Colombiano, el testimonio que hoy, 20 años después, se hace público para que el país lo conozca y que cuestiona la versión que hasta hoy se ha generalizado y que fue repetida hoy por el Expresidente Álvaro Uribe Vélez en su Columna para El Colombiano.

Sobre este testimonió no haré ningún comentario. Solo le pido a Colombia que lo escuche y que valore sus argumentos. Damos fe, el Periodista Javier Arboleda y yo, de que quién da este testimonio fue parte de Medicina Legal de Medellín y del equipo que tuvo en sus manos los procedimientos legales de necropsia.

También puedo afirmar que, en su momento, este testimonio fue conocido por la familia del Gobernador Guillermo Gaviria, quienes prefirieron guardar silencio frente a estas pruebas y mantener la versión oficial.

 

Es muy posible que haya una verdad oculta detrás de la verdad oficial que hemos escuchado en los últimos 20 años.

 

 

 

 

 

 

 

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