NUEVAMENTE LAS AGC ASESINAN EN NARIÑO Y ARRODILLAN, POCO A POCO, AL ESTADO
Ayer, a las 6 y 40 de la tarde, fue asesinado con tiros de ametralladora Cesar Augusto Roa, un joven que había aparecido en uno de los panfletos que repartieron las AGC hace algunas semanas a la salida del túnel de piedra, muy cerca de Puente Linda, en la frontera entre Antioquia y Caldas.
Cesar, a quien todos conocían como «Chester», había terminado un contrato de obra hace una semana en la placa huella a su corregimiento de Puerto Venus, donde vivía, porque era oriundo de Ibagué. Fue citado, en varias oportunidades a Cristales, caserío desde donde «Camilo», jefe de las AGC en esa zona, maneja el imperio del terror que se expande entre Sonsón, Argelia, Nariño y los municipios de la frontera con Caldas, pero tal vez presintiendo la muerte no había cumplido la cita.
Ayer, cuando se encontraba en Puente Linda dos sicarios llegaron en una moto, y sin mediar palabra, los disparos de mini uzi le segaron la vida.
Es de anotar, que «Camilo», y su lugarteniente «Chatarra», fueron sacados, ayer mismo en la mañana, por la Policía Nacional, en la «Lista de los más Buscados». La Gobernación de Antioquia ofreció hasta 20 millones de pesos por información que dé con su captura.
Lo que es realmente preocupante es el poderío militar que ha adquirido este grupo armado en tan poco tiempo y sus acciones, cada vez más visibles, que dejan muy mal parada a la institucionalidad y su ineficacia para garantizar la vida de los ciudadanos. Entre otras cosas, no sería posible ese vertiginoso asenso sin la, posible, colaboración de agentes del mismo Estado.
Es inaudito que, en medio de un Consejo de Seguridad, con la participación de altos mandos militares y de policía, en el baño de la Alcaldía donde se realizaba el mismo, hubiese aparecido un panfleto amenazando a varios ciudadanos.
También lo es que por tres años las autoridades guardaran silencio y negaran la presencia de este actor armado, pese a los más de 20 asesinatos cometidos en la región, y que solo empezaran a reconocerlo por las publicaciones hechas por este Medio de Comunicación y otros que se sumaron a la campaña por la vida de la población civil de esa zona de Antioquia.
Este mismo grupo, camuflado y enfusilado, salió hace algunos días en una vereda de Argelia para hacer pintas a la chiva de turno y amedrantar a la comunidad.
En esa misma vereda fue retenido, por varias horas, un funcionario de una de las empresas contratistas de EPM y está desaparecido José Quintero, un campesino del que no se sabe nada hace una semana.
Ahora el terror se apodero de la Región y sus posibilidades económicas, en las que tienen sembradas todas sus esperanzas, que es el turismo, están en entredicho por cuenta de la incapacidad del Estado que, poco a poco, está siendo arrodillado por este grupo delincuencial.
Las Organizaciones de Derechos Humanos siguen insistiendo en la urgente necesidad de que se realice un CONSEJO NACIONAL DE SEGURIDAD para que se tomen acciones concretas y, también, para que las comunidades sientan el acompañamiento real del Estado.