¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL ORIENTE ANTIOQUEÑO?

Compartir en redes sociales:

En el Oriente Antioqueño hay una gran preocupación por ciertos fenómenos que se vienen reproduciendo en materia de seguridad en el territorio, dado que hay un alza en los homicidios, donde se está demostrando que no hay garantías de vida en un territorio que se creía habían desaparecido este tipo de situaciones.

En el años 2020 en todo el país se redujeron  los homicidios considerablemente, excepto en dos subregiones de Antioquia, una de ellas es el suroeste del departamento que aumentó la tasa de homicidios de 59 casos por cada 100.000  habitantes a 82 y en Oriente Antioqueño la tasa también aumentó, lo que demuestra que evidentemente hay un fenómeno de violencia que se ha instalado, la mayoría de los homicidios ocurren por arma de fuego lo que da cuenta,  que las armas están en manos de particulares de manera legal o ilegal lo que hace que incremente la  violencia contra las personas.

El Carmen de Viboral es uno de los municipios del Oriente en el que más aumentó los homicidios, pues pasaron de 14 a 22 en el año 2020 acompañado de Rionegro que hubo un aumento de 13 casos a 19, aunque también cabe decir, que en otros municipios se redujeron.

De esta manera, cuando se hace la comparación de tasa por cada 100.000 habitantes se da cuenta que el municipio con más alta tasa es San Francisco que representa una alza de 124 homicidios , acompañados de Argelia con un 87.1 , Concepción 66, El Peñol 74 y San Rafael 63, esto se debe a que grupos armados se están reconfigurando en el territorio donde quizás no tienen que ver mucho con hurto sino con una disputa territorial, dado que el Oriente hay presencia de grupos como  los mesa, los denominados Clan Isaza, Los Pamplona con otra serie de grupos que van a querer controlar territorialmente las zonas, buscando lo que este a su alcance para lograrlo.

Los grupos armados son grupos de orden paraestatal que se consolidan y se fortalecen en los territorios porque no hay una voluntad real del Estado para desmantelarlos, pueden que les den golpes a los altos mandos, pero no existe una voluntad estricta, lo que permite que estos grupos sigan maniobrando en cualquier parte del departamento con cualquier facilidad, evidentemente van en aumento delitos como el abigeato, las extorciones y los hurtos donde desde la Mesa de Derechos Humanos apenas se están estableciendo las cifras de estos hechos, apara sí presentar el informe.

Compartir en redes sociales: