El balance de la gestión correspondiente al año 2025, entregado por el alcalde Aniceto Giraldo, constituye un hito relevante dentro del ciclo administrativo del municipio. No se trata únicamente de un documento técnico ni de un informe protocolario; es, más bien, la evidencia concreta de una administración que supo leer las necesidades de su territorio y gestionar alianzas estratégicas para materializar proyectos de alto impacto. Como resultado, el diagnóstico general no deja lugar a dudas: la gestión del alcalde Giraldo durante este periodo ha sido notablemente positiva, tanto en su capacidad de gestión institucional como en los avances logrados dentro del Plan de Desarrollo Municipal.

Uno de los pilares más importantes en este balance es la obtención de apoyos financieros y técnicos por parte de los gobiernos Nacional y Departamental, así como de entidades como Cornare y Empresas Públicas de Medellín (EPM). Conseguir la aprobación de proyectos de esta magnitud no es un proceso sencillo; implica claridad en la planeación, solidez en la formulación de iniciativas y habilidad política para articular esfuerzos interinstitucionales. El hecho de que estas entidades hayan respaldado varias de las propuestas del municipio demuestra no solo la pertinencia de los proyectos, sino también la capacidad del alcalde Giraldo y su equipo para convertirse en interlocutores confiables y eficientes.
El impacto de estas inversiones se observa con especial fuerza en el ámbito rural. A diferencia de otras administraciones que suelen concentrar el desarrollo en las zonas urbanas, la gestión de 2025 apostó por un fortalecimiento integral de las comunidades rurales, reconociendo que el campo es un motor fundamental del desarrollo local. Las obras de infraestructura vial, los programas de sostenibilidad ambiental, las intervenciones en educación rural y los proyectos productivos promovidos con el apoyo de Cornare y EPM son evidencia de un enfoque inclusivo que busca disminuir brechas históricas entre lo urbano y lo rural.

Este énfasis en lo rural no solo responde a criterios sociales, sino también a una visión estratégica: mejorar la calidad de vida de los habitantes del campo impacta directamente en la competitividad del municipio, en la seguridad alimentaria, en la protección de las fuentes hídricas y en la preservación cultural de las comunidades campesinas. La gestión del alcalde Giraldo parece comprender que el desarrollo no es únicamente infraestructura, sino también tejido social, sostenibilidad y oportunidades.
Al analizar el avance del Plan de Desarrollo, los resultados muestran coherencia entre la planeación y la ejecución. Los proyectos aprobados y materializados durante el 2025 han permitido cumplir metas que, en administraciones anteriores, habían permanecido rezagadas por falta de recursos o de articulación institucional. La gestión del alcalde Giraldo demuestra que un plan no es un documento estático, sino una hoja de ruta cuyo éxito depende de la capacidad para impulsar gestiones, conseguir aliados y movilizar voluntades.

En síntesis, el balance de la gestión 2025 del alcalde Aniceto Giraldo es, sin lugar a dudas, altamente favorable. No se trata únicamente de números o de obras visibles, sino de un modelo de gobernanza que priorizó el bienestar colectivo, especialmente el de las comunidades rurales. La articulación con múltiples niveles de gobierno y con entidades estratégicas permitió darle al municipio un impulso significativo en su trayectoria de desarrollo. Si este ritmo de gestión se mantiene, el legado de este periodo administrativo podría convertirse en un referente de planificación eficiente y desarrollo equitativo para toda la región.
