Esta semana se reunió el Gerente de EPM, John Maya, con los alcaldes/as de los municipios que hacen parte de las áreas de influencia del negocio de generación de energía eléctrica en Antioquia y, por segunda vez, los mandatarios/as del Oriente Antioqueño no fueron invitados. La razón, existe una política en la ejecución de los proyectos de compensación social discriminatoria, injusta y preocupante solo para el Oriente Antioqueño que pone en manos diferentes a los municipios la ejecución de proyectos sociales fundamentales como el de Fortalecimiento Institucional y los Proyectos Productivos.
Y digo por segunda vez porque con el anterior gerente ya había pasado lo mismo hace tres años, cuando se reunió, como sucedió esta semana, con los mandatarios de los municipios del Norte, el Nordeste y Bajo Cauca y dejó por fuera a los municipios que generan energía en el Oriente Antioqueño.
Hace tres años, luego de que varias voces protestaran por la discriminación y el irrespeto, se reunió con los alcaldes/as y les entrego, como premio de consolación, el Proyecto Cultural y Educativo, con una asignación por municipio de algo más de cuatrocientos millones. Proyecto que dicho sea de paso ha sido un ejemplo de ejecución y de impacto social en todos los municipios del Oriente Antioqueño.
El Comunicado del Grupo EPM, que fue publicado después de la reunión dice: «Hoy nos reunimos con los alcaldes de los municipios……para conversar sobre cómo podemos seguir trabajando articuladamente por el desarrollo, la sostenibilidad y la permanencia en las regiones». Será que el Oriente no le ha aportado suficiente a la generación de energía del país y a las ganacias de las empresas para no ser tenido en cuenta en la conversa sobre el desarrollo y la sostenibilidad de las regiones?
No se entiende, y empieza a ser bastante sospechoso, que los funcionarios del Área Social de la Vicepresidencia de Generación se empecinen en mantener la ejecución de los proyectos de compensación en manos diferentes a las administraciones locales. Situación que no es aceptada, de manera unánime, por las alcaldes/as y que, a decir verdad, tienen muy poco impacto en las comunidades, pero mucha burocracia y visibilización para los operadores.
Con esta política de doble racero y de irrespeto para con el Oriente Antioqueño, no solo están perdiendo los municipios y sus comunidades que tienen que presenciar una danza perversa de chalecos y la perdida de recursos necesarios para su desarrollo, sino que también pierde, y mucho, el mismo Grupo EPM que se deslegitima todos los días frente a municipios y comunidades que son sus socios necesarios para generar energía eléctrica en el Oriente Antioqueño.
Ojalá que el Gerente John Maya corrija rápidamente este irrespeto al Territorio y convoque a la mayor brevedad a los Alcaldes/as del Oriente Antioqueño para devolverles, de una vez por todas, la ejecución de todos los proyectos de compensación.
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