Un carro de dos ruedas

Edison Esneyder Castrillón
Presidente Concejo San Vicente Ferrer – Politólogo
El panorama político electoral de 2019 no mostraba muchas opciones responsables; en la política local un discurso diferente y la determinación de enfrentarse a lo que parece irreversible es de gallardos, esto establece un camino. Apartarse de la contienda electoral en este pueblo que tanto amamos es condenarnos a lo mismo y a los mismos.
Yimi, es una persona determinada, disciplinada, inteligente, soñador, a él si le luce el lema del exgobernador, “piensa en grande”, ojalá no con el mismo desenlace. Apoyar el proyecto a la alcaldía Vive San Vicente, desde mi postura está fundamentado en tres aspectos: Un proyecto de renovación política, un plan de desarrollo incluyente, con mirada social y que apostase por construir un proyecto de municipio; y garantizar la conexión con las personas, entender que no quiere la gente.
La renovación política se puede evidenciar en diversas decisiones; como entiendo la renovación aplicada a lo local es apostarle a la planeación, a buscar esos sanvicentinos talentosos que están fuera, para que vuelvan y aporten al desarrollo local, no es fácil, pero es parte del proceso. Renovación es cambiar la forma de entender al ciudadano, pasa por dar un saludo o una buena respuesta; es entender lo esencial del servicio púbico, servir.
La ciudadanía de San Vicente reclamaba que no estuviesen los mismos de siempre, creo que casi se pierde la campaña por esa desconfianza y ahora parece desconocerse ese mandato ciudadano. La unidad es indispensable para mantener la gobernabilidad, pero el voto y el comentario dejaron claro quiénes Sí y quienes no deberían estar.
Nuevas caras agradan y oxigenan, de resaltar la inclusión mayoritaria de mujeres a cargo de los puestos directivos y técnicos, es una muestra de una voluntad manifiesta de cambio, se le ha apostado por darle su sitio a los temas de género y juventud.
Además, muy importante y a buena hora se piensa una oficina de Catastro y bienes, esencial para aprovechar el mal llamado desarrollo que nos respira en la nuca.
Desde mi curul le di la confianza al alcalde y su equipo de trabajo para reestructurar la administración, mis 10 compañeros también lo hicieron. Con beneplácito recibo el cambio realizado en Secretaría de gobierno y servicios administrativos, a pesar de lo que se diga, allí no cabe la improvisación y el sectarismo, llega una mujer con mucha experiencia y con los pantalones bien puestos.
Todos somos testigos de lo rápido que está cambiando nuestro paisaje, vemos cómo nuestros campesinos se van desde hace 10 años, cada vez más cerca los sanvicentinos seremos los extraños. Estamos en nuestro cuartico de hora, si no ordenamos el territorio con seriedad seremos lo que nunca quisimos. Es indispensable, pues, que al frente de esta cartera haya inteligencia y dinamismo, firmeza para corregir las prácticas nocivas que se pudiesen haber heredado; la gente no miente.
Quedan 3 años y en estos debemos darle dirección a nuestro territorio, establecer con precisión qué queremos de San Vicente, la voluntad para revisar el PBOT por parte del ejecutivo es una oportunidad de oro para incluir a los sanvicentinos, pensarnos el agua y la comida, que desde ya genera preocupaciones.
En la actualidad podemos decir que la economía sanvicentina en un 50% depende de las actividades agropecuarias, somos aun una gran despensa de alimentos. Los campesinos son quienes han construido nuestro territorio, los caminos, los acueductos, las escuelas, en si la esencia de nuestra cultura. No permitir que los campesinos se desplacen mas, es un máximo si queremos seguir sintiéndonos orgullosos de nuestro San Vicente Ferrer, entiendo la decepción de los campesinos todos dicen que el campo es lo primero y a la hora de definir los presupuestos muy pocos dicen algo, empezando por el silencio del “candidato campesino”.
La apuesta es clara, consolidar una coexistencia digna de las actividades de turismo y veraneo, con la producción agropecuaria de nuestros propios paisanos, por supuesto. Jugársela por este asunto implica iniciar por lo mínimo reconocer esta población y su actividad, campesinos y agricultura. Desde el Ejecutivo se argumenta que la reestructuración administrativa pretende que cuando se hable de agricultura no se tenga un montón de distracciones y se permita ser más eficiente con este sector. Es un mal mensaje que los campesinos no se reconozcan cuando vayan al palacio municipal, es como si se les dieran más razones a las decepciones crónicas, los campesinos aún esperan que se voltee los ojos hacia ellos, quedan 3 años para el examen final.
El plan de desarrollo San Vicente Ferrer vive la renovación es una carta de navegación ambiciosa, con gran sentido social y de transformación ciudadana, es un plan de desarrollo incluyente y con apuestas importantes.
La pandemia fue un gran reto, nadie estaba preparado, si bien nos cambiaron los planes, a San Vicente no le fue mal, excelente la gestión municipal del Covid, no debería decir esto, pero en comparación nuestros muertos aun los contamos en una sola mano. El covid obligó a mostrar verraquera, entre críticas y aplausos creo que la pandemia en San Vicente se ha manejado bien.
Evaluar la gestión con un año y poco más es prematuro, puedo decir que tenemos un alcalde que es un gran gestor, levantarse en un año más de 10.000 millones en proyectos de infraestructura es muestra de ello. Soy testigo del empeño del alcalde por corregir lo que a otros no les importó, por preocuparse para que las cosas se hagan en la legalidad y con la mayor transparencia posible.
Hay una cosa que no puedo dejar pasar, yo voté por un alcalde con sensibilidad artística, con una vida profesional en el sector cultural, que entiende que trabajar los talentos es un proyecto de vida, espero que la pandemia por sus restricciones hayan evitado que se brille en este asunto, San Vicente debe retornar a los tiempos de los deportistas, sanqueros, teatreros y trovadores, necesitamos bailarines para nuestras fiestas patrimonio que esperamos sean más grandes por haberle ganado la batalla a la pandemia. Este sector está a la expectativa.
En conclusión, son muchas más las cosas buenas que hay por ver de un año de gestión, se está cumpliendo el plan de desarrollo, pero se critica la desconexión con la ciudadanía al no sacudirse del viejo poder, que la gran gestión no se vea opacada por una sombra que a los ojos de la gente se cree que lo controla todo, aunque no lo sea. Adelante, se está a tiempo.