DE CORREDOR DE LA MUERTE A CORREDOR PARA LA VIDA Y EL DESARROLLO

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En octubre del 2001 acompañé el encuentro de quince alcaldes del Oriente Antioqueño con la comandancia del Frente «Carlos Alirio Buitrago» del ELN, en la Vereda Buenos Aires del Municipio de San Luis. Encuentro que inició una etapa de Acuerdos Humanitarios con todos los actores armados que se asentaban en el Territorio; ELN, FARC, ACMM y el Bloque Metro. Acuerdos Humanitarios que, vale recordar, salvaron la institucionalidad de municipios donde ni los alcaldes podían llegar a sus despachos y, claro, también salvaron cientos de vidas humanas.

En esa oportunidad fuimos llevados por milicianos del ELN por la vía que sale del Casco Urbano de San Luis por el cementerio hacia límites con San Carlos, pasando por las Veredas San Francisco, Manizales, La Estrella, La Merced, Villanueva, para llegar al Colegio de Buenos Aires donde fue la reunión con «Timoleón», Comandante del Frente Carlos Alirio Buitrago y otros miembros de ese grupo armado ilegal.

Ayer volví a transitar esa vía en compañía Fabio Ríos, Director de MASORA, y me sorprendió muy positivamente ver como lo que fue el corredor de la muerte, hace apenas dos décadas, se ha ido convirtiendo en un corredor lleno de vida y, para decirlo claramente, el sector para el desarrollo de San Luis.

Apenas se sale del casco urbano, por una vía que fue pavimentada en 10 kilómetros, pero a la que aún le faltan unos 8 para generar un anillo vial que llegue a la recién pavimentada vía entre Granada y San Carlos. Se puede ver gran cantidad de casas de recreo, hoteles y glampings. Por supuesto, también se ven las casas campesinas nuevamente habitadas y cultivos de pan coger.

Es una zona hermosa que nos escondió la guerra por muchos años, atravesada por el Río Dormilón, y varias quebradas cristalinas, con bosque húmedo tropical a lado y lado de la vía, que se ha convertido en la esperanza del desarrollo de esas comunidades que padecieron la presencia de actores armados ilegales fruto del abandono del Estado y de sucesivos gobiernos nacionales y departamentales.

Proyectos turísticos de naturaleza, loteos para vivienda campestre y eco aldeas se empiezan a desarrollar en ese corredor rico en flora y fauna.

Por supuesto que es necesaria la mano de los gobiernos nacional y departamental para que las comunidades puedan desarrollar los diferentes potenciales que tiene esa maravilla natural. La terminación de los ocho kilómetros de pavimento que, al parecer, fueron incluidos en el Plan de Desarrollo de Antioquia, para poder completar el circuito turístico del bosque, que uniría a Granada, San Luis y San Carlos, además de brindar apoyos técnicos, logísticos y materiales a los emprendedores turísticos de naturaleza para que puedan realizar sus proyectos, requiere de la voluntad política de compensar décadas de abandono a esos municipios y a sus comunidades.

También se requiere del compromiso de las empresas asentadas en esa zona, fundamentalmente las cementeras, que pueden hoy apoyar diferentes proyectos de infraestructura turística comunitaria, en la modalidad de obras por impuestos, y así compensar el uso de los recursos como materia prima a esos municipios.

Si Costa Rica obtiene un 8.2% de su Producto Interno Bruto, unos 90 mil millones de euros, como resultado del turismo de naturaleza teniendo solo un 30% de la flora y la fauna que posee la Zona de Bosques del Oriente Antioqueño, entonces nos podemos imaginar lo que generaría para esos municipios atrasados por la guerra una buena infraestructura turística.

Sería, ni más ni menos, que el futuro económico para mejorar la calidad de vida de las comunidades de Granada, San Luis y San Carlos.

 

 

 

 

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