RIONEGRO ESTÁ DESPLAZANDO A CAMPESINOS DE SUS VIVIENDAS:
Las comunidades de Cimarronas, Abreo y Abreito vienen presentando una problemática muy grave, ya que se viene desarrollando un plan parcial, que conllevó a que el impuesto predial subiera de una forma abrupta, las personas pasaron de pagar 150.000, 200.000, 300.000 pesos al año a pagar 30.000.000, 60.000.000 y 98.000.000 de pesos al año, es una injusticia que campesinos que no tienen los suficientes recursos tengan que pagar estas cantidades.
En la cara de los campesinos se evidencia el desespero e intranquilidad que cada uno tiene por el miedo de perder sus tierritas que por tantos años han cuidado y han sabido cultivar, doña Fraicinia comenta que es una injusticia lo que les están haciendo, los quieren despojar de sus casas, “están haciendo lo que hacen los guerrillos o paramilitares, nos están desplazando”.
La incertidumbre viene desde el año 2019 cuando fueron a reclamar sus recibos y sus cuentas por pagar marcaron muchos ceros por delante, “hay personas que tienen que cuidar niños de otras familias para poder comer, entonces dígame con que van a pagar esa millonada que debemos” son algunas de las palabras que manifiesta doña Fraicinia.
Las comunidades se sienten impotentes ante está situación, sienten que sus derechos han sido vulnerados y han pasado por encima de ellos, la alcaldía municipal de Rionegro no ha contado con el consentimiento de ellos para tomar las decisiones que hasta ahora han tomado.
Sienten ira, porque los bienes particulares están primando por los bienes comunes, doña Fraicinia tiene miedo, ya que no se cuenta con saneamiento básico, dado que en Cimarronas hay solo una planta de aguas residuales que hizo la misma comunidad hace aproximadamente 25 años o más, fue en comodato con Coltejer, esta planta estaba destinado para 290 personas aproximadamente y actualmente están contando con un alcantarillado que es de la comunidad, “tenemos una bomba de tiempo, porque eso va a explotar, esos gases van a explotar, ese alcantarillado es de nosotros, lo hicimos nosotros, por qué lo ponen a disposición de ellos”.
La mayoría de las personas hasta ahora no han pagado y sus cuentas se han ido acumulando, muchos de ellos deben más de 200.000.000 de pesos contando impuesto predial y valorización, “parece que tener estos terrenos fuera pecado” son las palabras que Don Diego manifiesta, persona que también está afectada con esta situación.
Hoy muchos ya se encuentran con sus lotes y viviendas embargadas, ¿cómo se le cobra a una comunidad vulnerable el 33 por 1000 por un lote?, personas que llevan más de 50 años viviendo de lo que cultivan en su tierra, lotes que en muchas ocasiones son heredados, “ es una infamia lo que están haciendo” Fraicinia Rivera.
Estas comunidades ya no concilian el sueño tranquilamente, pues las deudas que tienen con la administración municipal son sus desvelos diarios, ira, impotencia, miedo, desasosiego son algunos de los sentimientos que las personas manifiestan ante esta situación.
Según doña Fraicinia “El alcalde nos recibe y nos trata muy bien, pero no hace nada, se han burlado de la comunidad”
Desde la administración municipal se ha propuesto unos supuestos alivios para estas comunidades que corresponden a lo siguiente: los propietarios renuncian a unos derechos que les está dando el plan parcial, como que pueden edificar más en altura o pueden construir y sacar varios lotes, y la persona ya no deberá pagar tanto del impuesto predial, pero la ley no es retroactiva y ya lo que está facturado, se queda facturado, es decir se debe saldar la deuda, la pregunta es ¿con qué recursos ellos van a pagar?¿realmente es un alivio?
Es así, como en cabeza del concejal Fernando Valencia y la personera municipal acompañados por otros concejales del municipio se llega a la conclusión de que la única pelea que se puede dar es jurídica, para que sea un juez el que diga que están pagando lo justo o lo injusto, si se está cobrando por lotes urbanos o rurales.
Finalmente, la comunidad en general va a presentar una acción popular en compañía de la personería municipal, para así velar por sus derechos, demostrar lo que les está pasando; en sus ojos se evidencia el desespero que tienen para que esta situación se solucione lo más pronto posible.