SALUD DEL SUR ORIENTE DE ANTIOQUIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Juan Felipe Cadavid
Gerente Hospital de Nariño
Si bien al inicio de la pandemia mundial veíamos desde la distancia loas horrores del COVID 19, nunca nos imaginamos que nos iba a tocar y de qué manera afrontar la situación. Si bien el sur oriente antioqueño ha sido una tierra prospera de gente pujante, trabajadora y con una amabilidad única. También cuenta una historia marcada por el conflicto armado con poblaciones altamente afectadas como Argelia y Nariño, lo cual resegó su progreso pero jamás las ganas de salir adelante, ahora en estos tiempos de pandemia vemos que estas poblaciones alejadas son nuevamente olvidados por el estado, re victimizando nuestras poblaciones y con precarias condiciones de sus hospitales para enfrentar tan importante desafío.
Si bien y hablo a término propio, en Nariño hemos sabido sortear dicho desafío con un hospital a punto de derrumbarse, con una obra nueva que no lo parece, con unos recursos bastante escasos pero hemos tenido la fortuna de contar contado con un talento Humano que me hacen sentir orgulloso como gerente ya que como se dice en el ardor popular “con las uñas” hemos trabajado, si bien hemos contado con importantes gestiones y donaciones que han llevado a ser más llevadera la situación aún falta mucho en nuestro hospital y municipio para darle una atención a la comunidad como se lo merece, hay acciones que han sido acompañadas por parte de la administración municipal que en su momento fueron cuestionadas pero el tiempo demostró que fueron efectivas en su momento ya que estuvimos entre los últimos municipios no solo de oriente si no de Antioquia al que llego tan horrible virus. A pesar de ser el último municipio del sur oriente antioqueño no ha sido ajeno a la gran problemática nacional y mundial en términos económicos y sociales, vemos con tristeza como muchos locales de nuestro amado pueblo han ido cerrando poco a poco ya que los toques de queda aunque entendibles, no permiten el desarrollo normal de la economía y las ayudas del gobierno a veces a estos lugares no alcanzan a llegar o mejor dicho no llegan ya que dichos negocios casi en su totalidad son de manera informal, en lo social ha afectado enormemente ya que se tiene miedo de salir a la calle, algo similar a lo que pasaba en tiempos de violencia. Vemos como la estigmatización con aquellas personas que por desgracias se contagian son señalados y aislados como si se tratara de una selección de vida o muerte y no de una sociedad que debe brindar apoyo ante una enfermedad.
Lo anterior ha sido el gran reto que como municipio nos hemos enfrentado, ya que muchas personas dejan de consultar aun teniendo síntomas por ese miedo a la estigmatización, lo que no permite un diagnóstico adecuado y temprano, por ende nos hemos visto complicaciones de personas contagiadas y aumento de contagios, lo cual ha sido difícil de controlar y peor aun la desgarradora muerte de coterráneos, hoy se abre una puerta a la esperanza y la vida con la vacunación, que si bien no ha sido al ritmo esperado ha traído un poco de tranquilidad a nuestra comunidad. En esta etapa inicial en especial a las persona de tercera edad y personal de salud, el cual este último es de vital importancia ante este nuevo pico que se presenta principalmente en Antioquia. Como hospital Hemos dado todo para controlar y tratar esta pandemia que nos ha alejado de amigos y familiares, algunos lastimosamente para siempre. Esperamos prontamente superar este pico que incluso para Antioquia se ha salido de las manos ya que no hay la capacidad instalada para la atención, ahí es donde me pregunto, si en estas grandes superficies con todo a la mano se ven a gatas para la atención, que pensar de nosotros que como lo mencione “con la uñas” no hemos enfrentado a esta situación?
Esperamos pronto volver a la normalidad, que el comercio y vida social se reactive y volvamos a estar con nuestros seres queridos sin temor alguno, pero para ello dependemos totalmente primero de la conciencia de autocuidado y segundo del proceso de vacunación, en el primero podemos actuar y concientizar, mientras que para el segundo somos totalmente dependientes.