EL CAÑÓN DEL MELCOCHO TUVO CONSEJO EXTRAORDINARIO DE SEGURIDAD

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El pasado viernes tuvo lugar el Consejo Extraordinario de Seguridad en el Cañón del Melcocho para acompañar, desde la institucionalidad, a las comunidades que convergen en ese Corredor Estratégico, limítrofe entre Cocorná, San Francisco y Carmen de Viboral, en sus preocupaciones de seguridad por la presencia de actores armados que vienen patrullando el Territorio en los últimos meses.

el comunicado oficial dice lo siguiente: «Con un despliegue militar y policial, llegó hasta el cañón del río Melcocho, el alcalde John Fredy Quintero, acompañado de su equipo de la Secretaría de Gobierno, para revalidar la importancia de la presencia institucional que ha sido permanente e informar sobre la captura en los últimos días, de un grupo de personas que estaba realizando identificación del territorio para presuntamente delinquir.

Y continuó en su exposición a la comunidad: «Nosotros no venimos a decir que no hay presencia de grupos delictivos, puede haberla, pero queremos escucharlos y si la hay, aquí estamos, poniéndonos a disposición de ustedes para que transmitan ese mensaje de acompañamiento y presencia institucional para que los territorios sigan siendo seguros», aseguró el alcalde John Fredy Quintero en medio del consejo. Tras un año de investigación, el GAULA Oriente identificó a cerca de 6 personas que realizaban recorridos y visitas de reconocimiento en la zona, particularmente entre los territorios de Sonsón y Rioverde, quienes finalmente fueron privadas de la libertad, una gente que estaba haciendo presencia en este cañón, haciéndose pasar por grupos armados organizados, todo esto asociado a temas de narcotráfico y cultivos ilícitos y que por fortuna todo esto se logra focalizar y neutralizar, dando un parte de tranquilidad». Concluyo él alcalde Quintero.

Sin embargo, la no negación de presencia de actores armados por parte de la institucionalidad, el reconocimiento de su existencia sigue siendo timorato frente a las vivencias cotidianas de las comunidades asentadas en ese corredor estratégico para el narcotráfico, tratando de desviar la atención o minimizando la membresía de la estructura que realiza «recorridos y visitas de reconocimiento en la zona».

Es necesario advertir a la institucionalidad que la guerra también funciona como una FRANQUICIA, es decir que las comandancias de los grupos armados ilegales venden y alquilan territorios para que pequeños grupos operen cultivos, secuestros, extorsiones y seguridad en un territorio a nombre de organizaciones como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia – ( Los Urabeños, también conocidos como Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), surgieron de las cenizas del movimiento paramilitar colombiano y se convirtieron en la fuerza criminal dominante en Colombia, con alcance a nivel nacional).

Para citar un caso de FRANQUICIA en el Oriente Antioqueño es necesario advertir que los territorios que otrora estaban copados militarmente por las ACMM le fueron alquiladas a las AGC en municipios como San Luis, San Francisco y Cocorná, territorios en los que nadie duda sobre producción de cocaína y donde, en las últimas semanas, se han desmantelado dos laboratorios clandestinos en la vereda La Holanda del Municipio de San Francisco, pero donde también se ha evidenciado un incremento en los asesinatos selectivos.

Es importante resaltar que la acción de los Medios de Comunicación, entre ellos Oriéntese Periodismo de Opinión y Análisis Urbano, con sus permanentes investigaciones, en el terreno, lograron generar acciones concretas por parte de las Autoridades Militares y de Policía para dar con la captura de, por lo menos seis miembros de la estructura de las AGC del Cañón del Melcocho y la realización de dos Consejos de Seguridad extraordinarios, hasta el momento.

Seguiremos insistiendo en la necesidad de que el Ministro de Defensa, doctor Iván Velásquez, realice de manera urgente un CONSEJO NACIONAL DE SEGURIDAD en el Oriente Antioqueño para que se tomen acciones conjuntas y vinculantes que preserven la vida de las comunidades y no se repita la historia de horror y terror que vivió la Región. 

 

 

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