EPM: No está Aquí
Por:
Raúl Vélez Tamayo
Durante tiempos inmemorables hemos dicho que las Empresas Públicas de Medellín son un ejemplo para el país, que tienen la cualidad de poner en alto el nombre no solo de la capital de Antioquia, sino de todos los antioqueños. Como empresa ha demostrado calidad, presencia y eficacia, enorgulleciendo nuestro patrimonio empresarial; sin embargo, todo va cambiando, el detrimento de este orgullo se va diluyendo como el ocaso de la tarde.
Aunque es solo uno de los servicios que tiene este entidad: el servicio de gas domiciliario, es la antesala, el preámbulo, para ver el futuro de esta importante empresa. Cuatro día sin gas en un municipio es una extraño castigo que no se merece todo un pueblo; para darle más dramatismo a esta situación, era un puente largo con el invierno inspirado; las respuesta humillantes, la prepotencia y la arrogancia de los servidores de esta empresa, promueve un desdén y el inicio de un desprestigio a una empresa, que en otrora era la empresa pública más importante del país.
Viendo a los vecinos prestar los empolvados fogones de energía, sacar las pipetas que emitían una llama amarilla, esperar que alguien terminara de hacer el desayuno para prestar el fogón, fue el escenario más recurrente este fin de semana. Los asados ya no eran un escenario de entretenimiento sino una necesidad, los carbones que ya se habían mojado por el invierno implacable que acaeció esta semana, son el reflejo del oscuro panorama que tuvimos que pasar en Granada; comiendo pan viejo en el desayuno, porque sacamos las sanduchera para no morirnos de hambre, sabiendo que la aguapanela se hacía en la olla arrocera, y luego pasarla a una olla, para hacer el arroz, y después fritar las tajadas, fue el macondiano escenario de un fin de semana donde EPM nunca apareció. La olla arrocera fue la que salvó este fin de semana, reemplazó a EPM, que igual va a cobrar el servicio de energía, pero que mostró una absoluta mediocridad en un servicio que ya se había arraigado en los granadinos.
Madrugar más a recoger leña para poder hacer los tragos y el almuerzo, el pelo de la gente tupido de hollín y ceniza porque EPM dio respuestas humillantes, que no se ve en la factura, una empresa que fue grande ahora da problemas donde antes veía oportunidades, una excusa para que la gente no tuviese la oportunidad de cocinar en el confort de su cocina, se convirtió en una indignante respuesta que le quieta credibilidad a una empresa que era avanzada en la solución de problemas, que para ser realistas, fue una situación fácil de manejar.
La excusa de EPM se refiere al paso malo que conecta el municipio de El Santuario con Granada, entre el sector denominado La Mayoría y el Alto del Palmar, sabemos que sí es una problemática seria, y que pudo haber sido difícil el acceso de un carro largo, sin embargo, nunca pensaron en alternativas para que esta problemática se convirtiera en oportunidad, la excusa trillada, burda, necia y sin argumentos se sustentó: “el carro no puede pasar por ahí, porque puede haber una accidente y eso puede ser peor”. ¡Qué respuesta tan poco inteligente!, lograron represar uno de los ríos más poderosos del país para una central hidroeléctrica, no son capaz de andar 50 metros de vía afectada, pero transitable; además, Granada tiene otros accesos que bien pudieron usar y otra solución más racional, se nota que no pensaron en soluciones, y solo se llenaron de excusas. Pudieron haber hecho transbordo del gas, enviarlo individualmente por camiones, en fin, soluciones pudo haber existido, pero era puente y los gerentes no podían pensar en la gente.
Será que para la factura también tendrán el mismo argumento de que no tenían acceso para la entregarla a la gente, o que las ollas quemadas de los viejos se logren recuperar, o que el olor a quemado concentradas en las casas sean reconocidos por EPM, pero no, no hubo sentido de lo humano, no hubo voluntad para cumplir con el deber de un servicio público, que entre otras cosas, es un derecho fundamental, porque los servicios públicos son derechos fundamentales.
Me inquieta saber la manera como EPM se revindica con todos los habitantes de Granada, que no podríamos estar en una situación tan incomoda. Igual, esta situación también nos lleva a entender que las Empresas Públicas de Medellín se puede reemplazar por la olla arrocera.