LA COMISIÓN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES SESIONÓ EN LA CEJA

La Sesión Descentralizada de la Comisión de Ordenamiento Territorial de la Cámara de Representantes, realizada el pasado viernes en el municipio de La Ceja, marcó un momento clave en la discusión sobre el futuro del Oriente Antioqueño. Este espacio permitió escuchar voces ciudadanas, técnicas y políticas, en torno a la propuesta de conformar el Área Metropolitana del Oriente Antioqueño (AMO), justo antes de que la Comisión emita el concepto obligatorio que la ley exige para avanzar hacia una posible Consulta Popular.
En medio de un debate que ha estado polarizado, la sesión fue necesaria para ventilar con claridad los diferentes intereses en juego. Mientras un sector insiste en los beneficios técnicos del AMO —como la coordinación de políticas públicas y la planificación regional—, cada vez son más las comunidades que advierten que el interés de fondo detrás de esta propuesta es fundamentalmente económico y electoral, impulsado por un pequeño grupo con poder regional, respaldado por la Gobernación de Antioquia.
Las preocupaciones ciudadanas no son menores. Se teme que esta figura concentre decisiones en un solo municipio núcleo, con poder de veto, que será Rionegro, dejando sin autonomía los demás municipios que conformen el AMO y, por fuera, a gran parte del Territorio. De hecho, ha venido cobrando fuerza la propuesta de explorar otra figura asociativa más incluyente, que integre a los 23 municipios de la subregión y no solo a los que hoy conforman el Altiplano. Esta alternativa responde no solo a criterios de equidad territorial, sino también al deseo de que el desarrollo regional se construya colectivamente, desde las bases y no desde intereses particulares.
Para ello, se presentó por parte de varios Senadores una propuesta de Ley de Provincias que le de dientes a estas figuras asociativas que son más democráticas, y participativas, en la toma de decisiones del desarrollo regional.
De hecho, la Comisión fue advertida de un posible error en el trámite legal ante la Registraduría, al haberse solicitado por parte de los impulsores la Consulta sin que se hubiesen dado los conceptos favorables de Senado y Cámara.
La sesión en La Ceja evidenció algo fundamental: que los modelos de integración territorial no deben imponerse desde las élites políticas o económicas, sino construirse con participación activa de las comunidades. El Oriente Antioqueño no necesita una figura que beneficie a unos pocos; necesita una visión regional compartida, justa y sostenible.
Entre los argumentos más relevantes en contra del Área Metropolitana del Oriente Antioqueño (AMO) se destacan, en primer lugar, la preocupación por la pérdida de autonomía de los municipios, que temen quedar subordinados a decisiones centralizadas desde Rionegro. También se cuestiona la falta de estudios técnicos, financieros y sociales que justifiquen de manera clara la necesidad de esta figura administrativa. Otro punto crítico es el posible impacto fiscal que podría implicar la creación del AMO, incluyendo nuevos tributos para la ciudadanía. Además, muchas voces señalan que el modelo propuesto responde más a intereses políticos y económicos particulares que a una visión verdaderamente integradora del territorio. Finalmente, se advierte que el AMO podría profundizar las desigualdades entre municipios, priorizando obras y decisiones en función de intereses electorales y no del bien común regional.
Lo más claro que dejó esta sesión descentralizada es que no será fácil para los impulsores del AMO —así se haya rebajado a un pírrico 5% la participación requerida en la Consulta Popular— lograr el respaldo ciudadano. Las organizaciones sociales están informadas, organizadas y decididas a defender su Territorio.