Los peligros del turismo ilegal en Guatapé

Guatapé, uno de los destinos más emblemáticos de Colombia que atrae a, por lo menos, un millón de turistas cada año gracias a su majestuosa Piedra del Peñol y su vibrante embalse. Sin embargo, detrás de su belleza natural y encanto colorido, existe una preocupante realidad: la proliferación de empresas turísticas y embarcaciones ilegales que ponen en riesgo la seguridad de los visitantes.
Según una investigación de Oriéntese Periodismo de Opinión, unas 20 empresas de turismo y al menos 200 embarcaciones operan sin los permisos requeridos, lo que representa una serie de peligros para quienes buscan disfrutar de este paraíso antioqueño. La falta de regulación en estas actividades conlleva riesgos como:
Ausencia de medidas de seguridad: Las embarcaciones ilegales no siempre cumplen con los protocolos de seguridad establecidos, como el uso obligatorio de chalecos salvavidas, la revisión técnica de los motores o la capacitación de los operadores en primeros auxilios y rescate acuático.
Riesgo de accidentes: Sin controles adecuados, las embarcaciones pueden estar en malas condiciones mecánicas o ser operadas por personal sin experiencia, aumentando la posibilidad de naufragios o colisiones en el embalse.
Falta de responsabilidad legal: En caso de un accidente o incidente, los turistas pueden verse desprotegidos, ya que estas empresas no ofrecen garantías ni seguros que respalden a los usuarios.
Afectación ambiental: Muchas de estas embarcaciones no siguen las normativas ecológicas, lo que contribuye a la contaminación del embalse y pone en peligro la biodiversidad del ecosistema.
De hecho, en el 2018 ocurrió un grave accidente, con una embarcación que no seguía las mínimas de seguridad, que dejo 8 muertos.
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades refuercen los controles y sanciones para regular la operación turística en Guatapé. Asimismo, los visitantes deben informarse y optar por servicios autorizados que garanticen su seguridad y el cumplimiento de las normativas.
El Embalse debería contar con una Capitanía de Puerto a cargo de la Armada Nacional que garantice la seguridad de los turistas y el cumplimiento de las normas por parte de las embarcaciones que a diario se movilizan con turistas.
De igual manera, la Alcaldía debería controlar que las empresas de servicios turísticos que operan en el municipio cumplan con todos los requisitos legales para poder brindar sus servicios a los visitantes.
El turismo responsable no solo protege a los viajeros, sino que también preserva la belleza y sostenibilidad de este icónico destino colombiano.