HOY REGRESE A SAN LUIS y HUELE A VIDA!

Regresar a San Luis siempre tendrá para mi un sabor agridulce por lo que viví en ese hermoso municipio hace dos décadas cuando decidí coordinar el “Proyecto San Luis” en medio de los estruendos de las ráfagas de fusiles y ametralladoras, los enfrentamientos continuos de los grupos guerrilleros, paramilitares y fuerzas militares y de policía en los que siempre quedaba la población civil en el medio, poniendo la mayoría de los muertos.
Cuando empecé a bajar de Alto Bonito en Santuario, empecé también a recordar las muchas veces que en cualquier curva se encontraba uno con un reten de cualquiera de los actores que por esa época estaban en la Región, muchas veces uno a doscientos metros del otro y luego un kilometro del otro y hasta siete retenes para llegar a San Luis.
Pasando el puente sobre el Rio Calderas recordé las muchas veces que los helenos o los del noveno se entraban los carros llenos de comida para Santa Ana por esa carreterita estrecha en la que uno se podía encontrar siempre varios carros desbalijados a lado y lado.
Luego pase por el “Silencio”, una de las veredas más pobres de San Luis y donde hacían las famosas “pescas milagrosas”. Más arriba los tres puentes reconstruidos que dos décadas atrás tumbaron a punta de dinamita las FARC, cuando decidieron cerrar la autopista Medellín-Bogotá como retaliación a la orden de los paramilitares de Ramón Isaza que ordenaron a todos los habitantes a 200 metros a lado y lado de esta importante arteria nacional desplazarse en un término de cinco días.
Después La Tebaida y seguí bajando hasta encontrar El Cruce. En ese recorrido recordé la cantidad de asesinados que, con un tiro de gracia, dejaban casi a diario en cualquier recodo de la vía.
En El Cruce, para empezar a subir a San Luis, se me devolvió el caset y recordé el día en que él alcalde de ese momento, Hernando Martínez, y el Gobernador Guillermo Gaviria reunieron a la comunidad para pedirles “que juntáramos los miedos para que se convirtieran en una fortaleza, en una fuerza que hiciera respetar la vida de los habitantes de San Luis”.
Pare en la Cascada La Cuba, maravilloso accidente natural, testigo de sueños, amores y horrores, para tomarme una foto y seguí en silencio recordando el vil asesinato de varios conductores y ayudantes que fueron ejecutados por los helenos, pensé tomar una foto al monumento que en su honor habían hecho, pero ya no esta ahí. A lo mejor, el tiempo y tal vez la tristeza de sus familias lo han borrado hasta del recuerdo.
La nostalgia se apodero de mi cuando pase por el sitio donde alguna vez los hombres del “cabezón”, uno de los jefes de las ACMM, que había sido inspector en San Luis y también miembro del ELN, ordeno mi ejecución. Hoy es una tiendita verde, hace veinte años era un reten obligado y la entrada a uno de los campamentos en los que se asentaron.
Seguí hacia el Parque y me senté en silencio debajo de palo de mango, árbol que ha sido testigo y cómplice del acontecer de San Luis y de sus gentes. Lo abrace y se me vinieron las lágrimas.
Luego me encontré con el actual alcalde, Henry Suarez, primo del alcalde de aquella época de horror y de dolor.
Me invito a recorrer algunas calles en las que se pueden ver las transformaciones que vive hoy este maravilloso municipio y sus gentes. Hay nuevas casas, negocios y edificios. Me mostro como va quedando el Centro Día y en su celular me dejo ver las pérgolas con las que será un edificio modelo en la región. Luego fui testigo de la entrega de 75 estufas eficientes para las familias campesinas que mejoraran su calidad de vida gracias a un convenio entre el Municipio y Cornare.
Volvimos al Parque, donde se estaba haciendo el “Mercado Campesino”, apuesta que mes a mes permite a los campesinos y emprendedores sacar sus productos para comercializarlos directamente. Fue un momento maravilloso porque pude ver mucha gente reunida, hace veinte años quienes nos atrevíamos a salir éramos suicidas.
Luego en un acto sencillo, pero muy significativo se entregaron insumos del Proyecto Más Campo, Más Sostenible, de la Provincia del Agua, el Bosque y el Turismo, a ochenta familias. Insumos que contenían desde abonos hasta guadañas. Quienes recibían esos insumos estaban felices. «La Provincia huele a Campo», dice Yeison Valderrama, Director Ejecutivo de la Provincia ABT y continua: «Pero el campo lleva 60 años marginado y sin la voluntad política para devolverle la dueda histórica que se tiene con el. Es el momento para volverlo a mirar y cerrar la brecha».
Al final, ya casi para devolverme, el alcalde me hizo un balance de su gestión y de las enormes posibilidades que tiene San Luis para su desarrollo en el futuro inmediato.
Hace 20 años San Luis tenia olor a muerte y por eso su trabajo fundamental, de ese momento, era defender la vida. Hoy su olor es a desarrollo y en eso tienen hoy centrada su esperanza.
Gracias San Luis.