LOS RETOS DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO EN EL 2023. HOY LA CRISIS HUMANITARIA.

Grandes retos tiene la Región para este 2023 y sus sueños de consolidar un desarrollo pertinente y equitativo para todo el Territorio, con paz y seguridad humana.
Durante los próximos días estaremos presentando cada uno de esos retos para generar voluntad política en diferentes instituciones del orden regional y nacional que permitan respuestas a las comunidades del Oriente Antioqueño.
Lo primero, necesariamente, tendrá que ser la defensa de la vida frente al auge de grupos armados ilegales que copan hoy zonas estratégicas periféricas que han servido, en el pasado, como corredores de la guerra. Esos corredores que debieron ser consolidados por el Estado y su Fuerza Pública tras la negociación con las FARC, son hoy escenario de cultivos ilícitos que, por supuesto, son controlados por grupos armados ilegales como las AGC, los del Mesa, la Oficina del Oriente, etc.
Particularmente están muy afectados los municipios de Nariño, Argelia y Sonsón donde las AGC, al mando de alias “Camilo”, han desbordado sus acciones militares y asesinatos que dejan muy mal parada la institucionalidad de la subregión paramos y a la Fuerza Pública en general.
El control territorial ejercido por los hombres de «Camilo» tiene, por lo menos, cinco anillos de seguridad entre el casco urbano de Nariño y Puente Linda, desde los cuales, incluso, monitorean con cámaras de seguridad el movimiento de personas y vehículos. También tienen otros cinco anillos de seguridad entre Florencia en Caldas y Cristales, donde queda el centro de operaciones de este grupo armado ilegal y su may6or extensión de cultivos ilícitos.
La otra subregión a la que hay que ponerle mucha atención es la de bosques, donde han proliferado los cultivos de hoja de coca y donde se destapo una guerra atroz, incluso con el asesinato del jefe de las AGC en la zona la primera semana de diciembre que dejo varios muertos y, por lo menos una docena de desaparecidos, en el Corregimiento de La Danta.
Un caso particular es muy preocupante, se trata de Granada, donde han venido sucediendo varios asesinatos de jóvenes que, al parecer, hacen parte de una estrategia de “limpieza social” en la cual, posiblemente, hay participación de agentes estatales.
Sin embargo, cuando diferentes voces empezaron a evidenciar esa situación fue asesinado un comerciante del gas, al que le dejaron un letrero, y empezaron a circular panfletos de las AGC que tienen aterrorizada a la población.
El Cañón del Melcocho también es otro corredor copado hoy por actores armados y los cultivos de coca que requiere especial interés dada su posición geoestratégica para la Región.
No se queda atrás el altiplano del Oriente Antioqueño y el aumento de asesinatos en Rionegro, Carmen de Viboral, Guarne, etc. La captura de alias “Yiran”, anunciada con bombos y platillos por la administración de Rionegro, aunque la verdad sea dicha, quedan muchas dudas del hecho dado que las autoridades aún no muestran fotos, ni dan detalles, de esa captura de quién fuera por varios años uno de los jefes más importantes de la estructura de los “pamplona” en Rionegro. El anuncio de esa captura suscitó la escalada de muertes en Rionegro en las últimas semanas.
Frente al aumento de asesinatos y la preocupación ciudadana, en casi todos los municipios del Oriente Antioqueño, la institucionalidad ha reaccionado con Consejos de Seguridad, que se convirtieron en un canto a la bandera, y de los cuales poco o nada sale en acciones concretas para hacerle frente a la situación, solo declaraciones ambiguas y negacionistas que, por el contrario, deslegitiman más a las administraciones y a la Fuerza Pública.
Además existe una nefasta estrategia, en varios municipios del Altiplano del Oriente Antioqueño, de generar capturas masivas de jóvenes, que han sido mostradas, ante los Medios de Comunicación, como positivos fundamentales en la lucha contra el delito, a quienes han acusado de «concierto para delinquir» y «expendio de estupefacientes»; capturas que se han convertido en falsos positivos judiciales y, tal vez, otra forma de limpieza social, cuando los jueces constatan que se trata de muchachos consumidores y la mayoría de las veces, trabajadores.
Tal vez por eso él Comandante del Batallón Juan del Corral, TC. Manuel Antonio Espejo, ha realizado una solicitud de aumento del pie de fuerza de su unidad para poder enfrentar la situación, desbordada, que se vive en su jurisdicción.
Vale la pena recordar que el Observatorio para los Derechos Humanos del Oriente Antioqueño publicó un informe, alarmante, sobre la situación de violencia que vive el Territorio, además de dar cuanta de la crisis humanitaria que se vive en la Región. Informe en el que destaca el negacionismo con que enfrentan las autoridades el fenómeno.
El próximo martes se realizará una reunión con los funcionarios de Derechos Humanos y Seguridad de la Gobernación de Antioquia para avanzar en el análisis de la crisis humanitaria que vive el Oriente Antioqueño.
Desde las víctimas y las organizaciones sociales se viene insistiendo en la necesidad de un Consejo Nacional de Seguridad, con la presencia del Ministro de Defensa y el Alto Comisionado de Paz, para que se asuman compromisos reales frente a la crisis humanitaria que vive la Región y no se repita la historia en la que los armados desplazaron a la institucionalidad de muchos de los municipios hace dos décadas.
Para Oriéntese Periodismo de Opinión este será el primer reto que debe enfrentar la Región en este 2023 para parar el asesinato de personas, muy jóvenes, y devolverle la tranquilidad a unas comunidades que tienen la esperanza de vivir una PAZ TOTAL con oportunidades de desarrollo para todos y para todas.