EDITORIAL: SE REVIVIRÁN LAS CONVIVIR?

El Gobernador de Antioquia, recién posesionado Andrés Julián Rendón ha abierto la caja de pandora con su propuesta de revivir en el departamento las «Redes de Informantes» y los «Frentes de Seguridad» para contrarrestar el auge de la criminalidad en las diferentes regiones de Antioquia.
Por supuesto que de manera inmediata diferentes voces de rechazo se hicieron escuchar por cuanto devuelve la historia de dolor, horror y terror de las «Convivir» y las estructuras paramilitares que nacieron a la luz de la legalidad pero que, poco después, se le salieron de las manos a la institucionalidad, incluso corrompiendo los diferentes poderes del Estado para sembrar de muerte y desolación todos los rincones de Colombia.
El país ha escuchado en los últimos años los testimonios de policías y militares, políticos y funcionarios, ganaderos y empresarios, jueces y fiscales, que muestran con claridad como estos grupos de «colaboración ciudadana para combatir la creciente ola de violencia que azota la Región», como fueron presentadas las Convivir hace tres décadas, se convirtieron y son hasta hoy una verdadera pesadilla para el Estado y diferentes gobiernos desde su creación.
El discurso del hoy Gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendon y el que nos presentó hace tres décadas Álvaro Uribe Vélez, para crear alrededor de setecientas «Cooperativas Rurales de Seguridad», no es muy diferente y sus similitudes prenden las alarmas de las Organizaciones de Derechos Humanos en Colombia y en el Mundo porque, nuevamente, vincula civiles al conflicto asignándoles tareas como la delación, como lo expreso claramente Andrés Julián Rendon: «Hacemos un llamado también a la comunidad para que sean los ojos y los oídos de nuestra fuerza pública en los distintos rincones de Antioquia».
Recuerdo mis entrevistas periodísticas, hace ya muchos años, a Mauricio García-«Doble Cero», Diego Fernando Murillo-«Don Berna» e Iván Roberto Duque-«Ernesto Báez» y las recientes revelaciones de Carlos Mario Jiménez-«Macaco» y Salvatore Mancuso en las que mostraron el aprovechamiento que hicieron de elementos legales para hacerse a estructuras militares ilegales en diferentes regiones de Antioquia y del país.
Así algunos ilustres abogados traten de negarlo, las palabras pronunciadas por el Gobernador viola el Derecho Internacional Humanitario y los principios de «Distinción» y «Precaución» porque convierte a los civiles en objetivos militares.
Al respecto el Artículo tres Común a los Convenios de Ginebra, la noción de participación » directa » o » activa » en las hostilidades figura en múltiples disposiciones del derecho internacional humanitario (DIH): «Las personas civiles que participan directamente en las hostilidades pierden la inmunidad contra los ataques mientras dure tal participación y, en caso de captura, pueden ser objeto de enjuiciamiento penal».
Por otra parte, es urgente revisar la efectividad de los organismos de inteligencia y su contundencia para desmantelar las estructuras criminales, la eficiencia de la Fuerza Pública para capturar a los miembros de esas organizaciones y la eficacia del aparato judicial para condenarlos.
Mientras la ciudadanía mantenga su enorme desconfianza, con justa causa por la corrupción rampante que ven en miembros de la Fuerza Pública, de los Órganos Judiciales e, incluso de funcionarios públicos de elección popular, que por demás es fundamental en el crecimiento de la criminalidad, muy poco será lo que se avance en materia de seguridad.
La propuesta del Gobernador Julián Andrés Rendón, que seguramente es parte de su estrategia de seguridad para Antioquia, es muy peligrosa.